martes, 9 de abril de 2013

EL SUEÑO DE LA MUSA



Muñeca fetal
Escorpión

Verde y oscura

Vas hacia adentro
Urdiendo las palabras

Pensativa

Chupando las letras
Hasta acabar con su sonido

Muñeca de la noche
Con los ojos abiertos de preguntas

Las piernas del silencio caminan
Por la calle

Veneno inyectado del verbo
No hay antídoto para el decir

Solo un sujeto
Tácito de soledad

Muchas noches dentadas
Y muchos días pasados de cocción

Cruzando el tiempo
Limpiando los ambientes del alma

Mañana ya va llegar
de nuevo la luz
Quedate tranquila
Y dormí el sueño
De las musas

1 comentario:

  1. Me gustó mucho tu thanatocracía. En esta época, donde todos parecen vivir la fiestas de todos y volver a creer en el progreso como un imperialismo cruel, encontrar un naufrago en un ataúd es una imagen fuerte. Justo ayer releía, a las tres de la mañana, con mi pareja "Temor y temblor" de Kierkegaard y nos quedamos pensando mucho mucho tiempo sobre la actitud de dios frente a Abraham. Hay que empuñar un cuchillo contra la propia voluntad, es realmente terrible. Tus poesías van por el camino que me gusta, el de los desafortunados, éstos que no vivimos en campo arado. No es fácil. La mística que Miguel Ángel Bustos nos dejó en estas latitudes la pueden llegar a disfrutar muy pocos. Es cuestión de subir al Sol Antiverbal y ver qué pasa. Por algo se reivindica, en la cultura popular, a Walsh y no a Bustos. Hay algo de maquinaría thánatica que a muchos da miedo -pienso en Kafka-. Me gustó la del naufrago en el ataúd y la imagen de las calaveras. Quizás, haya que crear íconos, ícono tras ícono, como las iglesias ortodoxas rusas pero con una thanatocracia que desalinee los sentidos.

    Mariano Massone

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