viernes, 10 de mayo de 2013

POETA DEL ZEN




Le canté al sol aún en la noche

Los labios y las palabras
juntos en el hablar

Cuervos de la noche
extrañas deidades del hechizo

Los ojos miran el camino

Melodía del viento

Vagabundo de la luz y de la sombra

La espuma blanca del cielo flota

Del crepúsculo a la noche
de la noche al alba

Los hombres y el cadalso
el mar y los barcos

El vino tinto sagrado
los libros y el banquete

Viajero de la eternidad

Marinero del Mar de los Sargazos

Estaba loco
hasta que perdí la razón para estarlo

Sumergido en la extrañeza
me quema el deseo de lo nuevo

A veces lo más deseado
es lo más siniestro

Los corazones sufren
la anemia de sentimientos

¿Dónde está la libertad?
¿Dónde la fiesta?

El baile sin verguenza
de la vida

La herida dulce
de la perdición buscada

Jinetes de la noche
clavando sus espuelas
a los caballos de la madrugada

Espíritus ardientes
drogados por la belleza

Escribir no lleva a ningún lado

Por eso escribo
dijo el poeta del zen
 

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