Llegaste a mí
desde la espuma
que empujó a la playa
el mar
ya no creía
que entre la bruma
ni tanta nada
existías
Llegaste a mí
suave locura
risa anhelada
y levedad
Llegaste a mí
desde la noche
desde el silencio
y la tempestad
Llegaste a mí
desde el desierto
desde lo incierto
desde la libertad
ya no esperaba
en la abundancia
de vacuidades
tu dulce profundidad