Arabescos
cifras orientales
que rompen el silencio
y la noche
Otra mañana
en que se confunden
las cosas
Solo cunde la huequez
y la falsedad
de los diletantes de almas
y vampiros de la belleza
Recuerdos entre la niebla
y el sonido de la pared
Allí ya no podemos volver
pero si te gustan
las estatuas de piedra
quedate
El puño y los dedos
se endurecen
pero la birome
se sigue moviendo
y el cerebro todavía
arroja colores
sobre las palabras
Para nada
los sacrificios
y las proezas
Nunca
nunca
nunca
nunca
casi nunca
será suficiente
Para nada
las perlas
y la distinción
Amanece
y los cerdos
siguen en el chiquero
Justamente recién, mientras leía el artículo que subí a face, pensaba en esto que vos decís en tu poema "otra mañana en que se confunden las cosas". La poesía sirve y siempre va a estar ahí para recordarnos algo, o sacar a flote algo en pocas palabras, cosa que la narrativa no. Y no importa en qué pensabas vos cuando escribiste ese verso, o el del final "amanece y los cerdos siguen en el chiquero". Yo lo apliqué a algo que pensé, bueno por ahí hasta pensamos en lo mismo, je!
ResponderEliminarBesos y te andaré leyendo por aquí.
jaja esa es la idea que cada uno lo aplique o lo resignifique, besos patri, te espero, tenés bastante para ir hurgando
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