He visto las mejores mentes de Corrientes destruidas por la locura, la
política, la falta de oportunidades, arrastrándose por las calles,
buscando al amanecer una dosis furiosa de cerveza, cabezas de
"aparecidos" atraídas por la conexión a la luna
Quienes pobres y andrajosos se levantaron en la oscuridad de los ranchos contemplando al chamamé como algo extraño
Quienes fueron expulsados de las academias por publicar odas obscenas a la Virgen
Quienes se jodieron sus pelos púbicos (y algo más que eso) al volver de Paraguay con marihuana y ganarse unas vacaciones en la cárcel
Quienes quemaron sus torsos siesta tras siesta, con sueños, con cucumelo, con floripondio, con vino, con relámpagos en la mente, que iluminaban las palabras y los árboles en los crepúsculos del Apipé
He visto quienes se encadenaron a sí mismos a los colectivos para el viaje infinito de Molina Punta hasta el centro
Quienes se perdieron toda la noche en la luz submarina del casino sentados junto a la botella después del mediodía en "El Mariscal" escuchando el crujido del destino
Quienes hablaron setenta horas seguidas desde el Parque Cambá Cuá al Arazatí, desde el Museo Histórico al Puente Belgrano, batallón de conversadores platónicos, gritando incoherencias, susurrando recuerdos y anécdotas
Quienes se desvanecieron en alguna parte dejando un reguero de postales de Itatí
Quienes estudiaron a Plotino, Poe, San Juan de la Cruz, curandería y payé debido a que el cosmos vibraba en sus pies
He visto quienes solos por las calles de Loreto buscaban ángeles guaraníes visionarios que fueran ángeles guaraníes visionarios
Quienes vagabundeaban hambrientos y solos por Junín buscando rock, sexo o comida
Quienes desaparecieron en los esteros del Iberá dejando tras suyo nada excepto la sombra del estiércol y la ceniza de la poesía quemada en San Miguel
Quienes fueron "chupados" por la dictadura, quienes resucitaron en Bella Vista
He visto quienes eyacularon en jardines de rosas y en el pasto del Parque Mitre y bajo el puente
Quienes copularon insaciables con una botella, una novia, un paquete de cigarrillos, un "porro" y se cayeron de la cama y terminaron desmayándose con una visión de la última concha
Quienes endulzaron las conchitas de un millón de chicas temblorosas, y tenían los ojos rojos en la mañana pero preparados para endulzar las conchitas del sol naciente
Quienes iban de putas a "Playboy", "Kama Sutra", "Quijote", como SAINAR, héroe de estos poemas, semental y Dionisios de Corrientes, por sus innumerables "polvos" con chicas, en baldíos, moteles, "bulos", pensiones y departamentos
Quienes se desvanecieron en el Cine Rex, se transformaron en sueños, despertaron y se encontraron descorazonados en la 3 de abril
He visto quienes caminaron toda la noche esperando una puerta para entrar a un cuarto lleno de perfume de mujer y cariño
Quienes crearon grandes dramas suicidas en el puente bajo el rayo azul de la luna y sus cabezas fueron coronadas por el laurel del olvido
Quienes comieron el yacaré de la imaginación y los surubíes del Paraná
Quienes tosieron en el segundo piso de algún departamento de las populosas "1000 viviendas" con llamas bajo el cielo tuberculoso
Quienes cocinaron gatos, tarariras, pacúes, pulmones, corazón y chipacuero
He visto quienes se cortaron las muñecas y terminaron en el San Francisco pero no encontraron al santo, y tampoco al lobo
Quienes viajaron a Resistencia, quienes murieron en Resistencia, quienes volvieron de Resistencia y esperaron en vano
Quienes cayeron de rodillas en la Catedral y cuando levantaron la vista estaban en el Gauchito Gil de Mercedes
Quienes se retiraron a Paraguay a cultivar "cannabis", o a Paso de la Patria para ofrecer odas al dorado
Quienes soñaron y encarnaron brechas en el tiempo y atraparon al arcángel del alma y unieron los verbos elementales para recrear la sintaxis y la medida de la pobre prosa humana
Quienes surgieron reencarnados en los trajes fantasmales del chamamé y en el sufrimiento desnudo de Latinoamérica para escuchar la guitarra que llora en el corazón absoluto del poema
Quienes pobres y andrajosos se levantaron en la oscuridad de los ranchos contemplando al chamamé como algo extraño
Quienes fueron expulsados de las academias por publicar odas obscenas a la Virgen
Quienes se jodieron sus pelos púbicos (y algo más que eso) al volver de Paraguay con marihuana y ganarse unas vacaciones en la cárcel
Quienes quemaron sus torsos siesta tras siesta, con sueños, con cucumelo, con floripondio, con vino, con relámpagos en la mente, que iluminaban las palabras y los árboles en los crepúsculos del Apipé
He visto quienes se encadenaron a sí mismos a los colectivos para el viaje infinito de Molina Punta hasta el centro
Quienes se perdieron toda la noche en la luz submarina del casino sentados junto a la botella después del mediodía en "El Mariscal" escuchando el crujido del destino
Quienes hablaron setenta horas seguidas desde el Parque Cambá Cuá al Arazatí, desde el Museo Histórico al Puente Belgrano, batallón de conversadores platónicos, gritando incoherencias, susurrando recuerdos y anécdotas
Quienes se desvanecieron en alguna parte dejando un reguero de postales de Itatí
Quienes estudiaron a Plotino, Poe, San Juan de la Cruz, curandería y payé debido a que el cosmos vibraba en sus pies
He visto quienes solos por las calles de Loreto buscaban ángeles guaraníes visionarios que fueran ángeles guaraníes visionarios
Quienes vagabundeaban hambrientos y solos por Junín buscando rock, sexo o comida
Quienes desaparecieron en los esteros del Iberá dejando tras suyo nada excepto la sombra del estiércol y la ceniza de la poesía quemada en San Miguel
Quienes fueron "chupados" por la dictadura, quienes resucitaron en Bella Vista
He visto quienes eyacularon en jardines de rosas y en el pasto del Parque Mitre y bajo el puente
Quienes copularon insaciables con una botella, una novia, un paquete de cigarrillos, un "porro" y se cayeron de la cama y terminaron desmayándose con una visión de la última concha
Quienes endulzaron las conchitas de un millón de chicas temblorosas, y tenían los ojos rojos en la mañana pero preparados para endulzar las conchitas del sol naciente
Quienes iban de putas a "Playboy", "Kama Sutra", "Quijote", como SAINAR, héroe de estos poemas, semental y Dionisios de Corrientes, por sus innumerables "polvos" con chicas, en baldíos, moteles, "bulos", pensiones y departamentos
Quienes se desvanecieron en el Cine Rex, se transformaron en sueños, despertaron y se encontraron descorazonados en la 3 de abril
He visto quienes caminaron toda la noche esperando una puerta para entrar a un cuarto lleno de perfume de mujer y cariño
Quienes crearon grandes dramas suicidas en el puente bajo el rayo azul de la luna y sus cabezas fueron coronadas por el laurel del olvido
Quienes comieron el yacaré de la imaginación y los surubíes del Paraná
Quienes tosieron en el segundo piso de algún departamento de las populosas "1000 viviendas" con llamas bajo el cielo tuberculoso
Quienes cocinaron gatos, tarariras, pacúes, pulmones, corazón y chipacuero
He visto quienes se cortaron las muñecas y terminaron en el San Francisco pero no encontraron al santo, y tampoco al lobo
Quienes viajaron a Resistencia, quienes murieron en Resistencia, quienes volvieron de Resistencia y esperaron en vano
Quienes cayeron de rodillas en la Catedral y cuando levantaron la vista estaban en el Gauchito Gil de Mercedes
Quienes se retiraron a Paraguay a cultivar "cannabis", o a Paso de la Patria para ofrecer odas al dorado
Quienes soñaron y encarnaron brechas en el tiempo y atraparon al arcángel del alma y unieron los verbos elementales para recrear la sintaxis y la medida de la pobre prosa humana
Quienes surgieron reencarnados en los trajes fantasmales del chamamé y en el sufrimiento desnudo de Latinoamérica para escuchar la guitarra que llora en el corazón absoluto del poema