no sea más que el ojo que brilla en el rostro del día
Y en la soledad de tu cuarto, mientras la noche lagrimea estrellas
estás tratando que tu corazón, esa pequeña joya
siga brillando por amor, y no por el mecanismo repetido del latido.
Adiós, la palabra que nos unía hoy nos separa
Por cada frase que tus labios callan
habrá que escuchar el silencio de la brisa.
Si pudiera masticar las horas perdidas, como al pan del desayuno
sin ganas, con la premeditación insomne de un rito
pero estoy como un árbol de otoño
perdiendo las hojas de la esperanza
y soy la semilla que se esparce en los surcos del tiempo
Comprender el significado de mis pasos
es como tratar de fumar bajo el agua
Ahuyento mis días hacia lo eterno
entonces vuelvo de nuevo a mis cavilaciones
y mi alma viaja en piloto automático
No quiero libar el pétalo de tu seno
quiero morder la fruta de tu corazón
pero una flor solo tiene pétalos
Ahora enciendo mis ojos y veo
veo un caballo, una rana en la orilla del universo, un anillo de oro
un vinilo, diez libros iniciáticos y una puerta
Todo nos conduce a una puerta
entonces giro el picaporte y ya estoy del otro lado
después de tantas palabras he llegado a tu silencio.
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