la razón es como un tentempié que tambalea todo el tiempo
Habrá que hacer un agujero en la pared y salir a la calle
a ver a cuanto está la cerveza, las lágrimas seguro están caras
Las máquinas dan su concierto de engranajes
Trataré de hablar con el jardín y preguntarle a las flores
si les gusta más el sol a la mañana o a la tarde
Todavía no aprendí a caminar sobre los vidrios sin cortarme los pies
pero ya aprendí a ver lo que sucede en el instante casi imperceptible
en que los párpados se cierran y se vuelven a abrir
Observo las constelaciones de sangre en este cielo de arterias
me arrastro entre las páginas absurdas de estas hojas
soy las caries que le han salido a las muelas de esta noche
No reniego de esta soledad demacrada
de este monstruo deforme que es la mente
Vagar por los confines del cerebro
llegar al otro lado de las desiertas horas
en que la muerte ya se ha ido
perforar con el taladro de la lengua
todos los sordos oídos de la tierra
El temblor de tus tristezas hormiguea el suelo
Tendrás que flotar como un camalote
en este río de histerias
Sin la sangre has de ungir
la temible promesa de entregar tu alma
Sin desidia te recibirá el ángel de la mañana
Ni el molesto abrazo del insomnio habrá de molestarte
cuando venga el terremoto de las ideas
y se abran las grietas de la locura.
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